Aquellos maravillosos años.
Cualquiera que fuera al instituto al mismo tiempo que yo recordará esta canción.
¿Os acordáis? Si cierro los ojos parece que estoy ahí, a las 7 y media de la mañana, en el bus de camino a Felanitx. Si miro a mi alrededor sólo veo una masa de cabezas adolescentes medio dormidas asintiendo al ritmo de la música.
En Cala d’Or había (y supongo que sigue habiendo) bastantes fans de Metallica y cada mañana traían la misma cinta para escuchar en el bus de camino a Felanitx. Se convirtió en una especie de tradición y, por asociación, todos los que íbamos en ese bus nos convertimos en un poco heavy metal, mientras que el resto del instituto llevaba fotos de un Alejandro Sanz muy joven pegadas en la carpeta.
El otro día vi un reportaje muy interesante sobre la historia del rock y como no, Metallica era uno de los grupos de los que se hablaba. Oír esta canción después de tantos años, me trajo muchos recuerdos. Pero sobretodo me hizo pensar en lo que significa ser adolescente. En como a los 16 ó 17 años buscas definir quién eres a través de la música que escuchas, de la ropa que te pones. Como afirmas que no te importa lo que piensen los demás de ti y la verdad es que nunca te importará tanto como en ese momento. Cuando dices “los demás” en realidad te refieres a tus padres, no a tus compañeros de clase y tus amigos.
Antes de tener hijos no me veía tan diferente de esa niñata de 16 años que iba de hippy por la vida, que vestía con faldas hasta los pies y calzaba Dr. Martins. Tenía la vida por delante, muchas decisiones que tomar y un pánico total a equivocarme. Diez años después seguía sin saber quien soy ni lo que quería realmente.
En el momento en que tienes hijos todo cambia. Ya no eres tú lo más importante de tu vida. El centro de tu atención es otra persona y eso te permite relajarte. Y entonces sí que ya no te importa lo que piensen los demás y ahora los demás es el resto del mundo. Irónicamente , lo que más te va a esclavizar en tu vida, tus hijos, te dan por otra parte la libertad de ser tu mismo , porque ellos no te van a juzgar por la ropa que lleves ni la música que escuches, sino por quien eres realmente. Y te van a quitar el miedo a mostrarte tal y como eres ante los demás y hacer lo que te hace realmente feliz.
¿Os acordáis? Si cierro los ojos parece que estoy ahí, a las 7 y media de la mañana, en el bus de camino a Felanitx. Si miro a mi alrededor sólo veo una masa de cabezas adolescentes medio dormidas asintiendo al ritmo de la música.
En Cala d’Or había (y supongo que sigue habiendo) bastantes fans de Metallica y cada mañana traían la misma cinta para escuchar en el bus de camino a Felanitx. Se convirtió en una especie de tradición y, por asociación, todos los que íbamos en ese bus nos convertimos en un poco heavy metal, mientras que el resto del instituto llevaba fotos de un Alejandro Sanz muy joven pegadas en la carpeta.
El otro día vi un reportaje muy interesante sobre la historia del rock y como no, Metallica era uno de los grupos de los que se hablaba. Oír esta canción después de tantos años, me trajo muchos recuerdos. Pero sobretodo me hizo pensar en lo que significa ser adolescente. En como a los 16 ó 17 años buscas definir quién eres a través de la música que escuchas, de la ropa que te pones. Como afirmas que no te importa lo que piensen los demás de ti y la verdad es que nunca te importará tanto como en ese momento. Cuando dices “los demás” en realidad te refieres a tus padres, no a tus compañeros de clase y tus amigos.
Antes de tener hijos no me veía tan diferente de esa niñata de 16 años que iba de hippy por la vida, que vestía con faldas hasta los pies y calzaba Dr. Martins. Tenía la vida por delante, muchas decisiones que tomar y un pánico total a equivocarme. Diez años después seguía sin saber quien soy ni lo que quería realmente.
En el momento en que tienes hijos todo cambia. Ya no eres tú lo más importante de tu vida. El centro de tu atención es otra persona y eso te permite relajarte. Y entonces sí que ya no te importa lo que piensen los demás y ahora los demás es el resto del mundo. Irónicamente , lo que más te va a esclavizar en tu vida, tus hijos, te dan por otra parte la libertad de ser tu mismo , porque ellos no te van a juzgar por la ropa que lleves ni la música que escuches, sino por quien eres realmente. Y te van a quitar el miedo a mostrarte tal y como eres ante los demás y hacer lo que te hace realmente feliz.
Espero que disfruteis de la canción. Sigue siendo una de mis preferidas para darme energía por las mañanas.
0 comments:
Post a Comment